La enfermedad renal crónica (ERC) es una condición médica que se caracteriza por la función renal deteriorada y progresiva. Aunque la ERC puede afectar a personas de todas las edades, los adultos mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar esta condición debido a factores como el envejecimiento, la presencia de enfermedades crónicas y el uso prolongado de medicamentos.
¿Qué es la enfermedad renal crónica?
La ERC se define como una disminución gradual de la función renal durante un período de meses o años. Los riñones son responsables de filtrar las toxinas y los desechos del cuerpo, regular la presión arterial y equilibrar los electrolitos. Cuando los riñones dejan de funcionar correctamente, pueden acumularse desechos en la sangre, lo que lleva a complicaciones de salud.
Causas de la enfermedad renal crónica en adultos mayores
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Las causas más comunes de ERC en adultos mayores incluyen:
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Diabetes: La diabetes es la causa principal de ERC, ya que puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones.
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Hipertensión arterial: La presión arterial alta puede causar daño a los riñones a lo largo del tiempo.
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Enfermedad renal poliquística: Esta es una condición genética que causa el crecimiento de quistes en los riñones, lo que puede llevar a la ERC.
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Glomerulonefritis: Inflamación de las unidades filtrantes de los riñones, conocidas como glomérulos.
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Obstrucción urinaria: Problemas que impiden el flujo de orina, como cálculos renales o próstata agrandada.
Síntomas de la enfermedad renal crónica
La ERC a menudo no presenta síntomas hasta que la función renal está significativamente reducida. Algunos síntomas que pueden aparecer incluyen:
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Cansancio y debilidad.
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Cambios en la cantidad de orina, como disminución del volumen o necesidad de orinar con frecuencia, especialmente durante la noche.
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Hinchazón en las piernas, ankles o párpados.
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Náuseas y呕吐.
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Pérdida de apetito.
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Dolor de espalda (en el área donde se encuentran los riñones).
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Confusión o dificultad para concentrarse.
Diagnóstico y manejo de la enfermedad renal crónica
El diagnóstico de ERC se basa en análisis de sangre y orina, así como en imágenes de los riñones. Una vez diagnosticada, la ERC requiere un manejo cuidadoso para ralentizar su progresión y prevenir complicaciones. El manejo puede incluir:
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Control de enfermedades subyacentes: Manejo de la diabetes, presión arterial alta y otros factores de riesgo.
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Medicamentos: Para controlar la presión arterial, reducir la proteinuria y tratar otras complicaciones.
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Dieta renal: Limitar la ingesta de sodio, potasio y fosfato, y asegurar una nutrición adecuada.
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Monitoreo regular: Visitas regulares al médico para evaluar la función renal y ajustar el tratamiento según sea necesario.
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Educación y apoyo: Aprender sobre la ERC y cómo manejarla, y buscar apoyo de familiares, amigos o grupos de apoyo.
La enfermedad renal crónica es una condición grave que requiere atención médica y manejo continuo. Los adultos mayores deben estar atentos a los factores de riesgo y síntomas de ERC, y buscar atención médica si sospechan que pueden tener problemas renales. Con un enfoque integral que incluya tratamiento médico, cambios en el estilo de vida y apoyo, muchos adultos mayores pueden manejar la ERC y mantener una calidad de vida satisfactoria.
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